El PSOE continúa utilizando las instituciones del Estado como si fueran extensiones de su aparato interno. Esta vez le ha tocado el turno a Cantabria, donde Pedro Casares, actual secretario general de los socialistas en la región, será nombrado nuevo delegado del Gobierno tras el cese de Eugenia Gómez de Diego, aprobado este martes en el Consejo de Ministros.
Casares, hombre de confianza de Ferraz y figura clave del sanchismo en Cantabria, dejará su escaño en el Congreso de los Diputados para asumir este cargo institucional, que ejercerá como correa de transmisión de las políticas de Pedro Sánchez en la comunidad.
Con este movimiento, el PSOE consuma una operación que venía gestándose desde que Casares ganó las primarias del partido regional el pasado mes de febrero, desplazando a Pablo Zuloaga. El control interno del partido se traduce ahora en control institucional, al recuperar para su círculo más cercano la Delegación del Gobierno, que hasta diciembre de 2023 dirigía Ainoa Quiñones, otra figura alineada con Casares