ARTÍCULO DE PAULINO LAGUILLO GARCÍA-BÁRCENA considera que fue motivo el viernes de una muy tardía distinción en Los Corrales de Buelna y en un rincón apartado del casco urbano que casi no conoce ni el propio servicio de Correos
Por PAULINO LAGUILLO GARCÍA-BÁRCENA
( Escritor )
La muy apabullante decadencia social que en todos los órdenes viene padeciendo el municipio de Los Corrales de Buelna a lo largo de los tres últimos lustros volvió muy tristemente a ponerse de manifiesto en la tarde del pasado viernes con la inauguración de una callejuela que han denominado avenida en recuerdo de uno de los más grandes hombres de la humanidad en los últimos tiempos, casado con una hija de este pueblo y que se jugó la vida en innumerables ocasiones en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, salvando la de cinco mil judíos húngaros de las sanguinarias acciones llevadas a cabo por las tropas alemanas del perverso Adolf Hitler.
Ángel Sanz-Briz de Beneded, “El Ángel de Budapest” y “Justo entre las Naciones”,como le ha considerado el pueblo judío, primer diplomático español que apareció en un sello de Correos de España, auténtico héroe en el holocausto de Hungría a cargo del maligno Hitler, contrajo matrimonio con una ilustre corraliega, nieta del fundador de las Forjas de Buelna, José María Quijano y Fernández-Hontoria, e hija de Ramón Quijano de la Colina, presidente varios años del consejo de administración de Nueva Montaña Quijano, S.A. a cuyo entierro en 1960 acudió toda la plantilla de la factoría que había fundado su padre.
El magnífico diplomático español, natural de Zaragoza, fue motivo el viernes de una muy tardía distinción en Los Corrales de Buelna y en un rincón apartado del casco urbano que casi no conoce ni el propio servicio de Correos. Toda una inmensa vergüenza para un municipio que da la bienvenida a los forasteros que salen de la Autovía de la Meseta y lo primero que se encuentran, como icono de este pueblo, uno de los más importantes de Cantabria, es a un anacrónico guerrero romano a caballo y en piedra de mármol de Carrara, original y auténtico plagio de lo que harían en Mérida.
Lo peor de estas decisiones municipales es que con ello se vuelve a poner muy de manifiesto y claridad auténticamente meridiana, la inteligencia bajo mínimos de las primeras autoridades locales, ya que llueve, y no poco, sobre mojado. No hace muchos años y después de toda la legislatura anterior tirándose un día sí y otro también los trastos a la cabeza el equipo de gobierno y oposición, curiosísimamente llegaron a ponerse de acuerdo para denominar al fabuloso complejo de deportes de Forjas de Buelna, de los mejores de Cantabria, con el nombre de un inspector de policía de este pueblo que tristísimamente fue asesinado por ETA. Pero ¿Cómo se pueden mezclar y confundir tan solemnemente las cosas, teniendo este municipio auténticos atletas internacionales, de pura élite, y mezclar churras con meninas de tal forma?. Porque a nadie se le oculta en Los Corrales de Buelna, a nadie, que para nuestro infausto agente de la Policía, no solamente una calle, o plaza, como estaba previsto llevar a cabo,sino las que hicieran falta.
Pues bien: como si la propia climatología quisiera mostrar su desaprobación a tan tamaños dislates municipales y acuerdos aciagos donde los haya, deslució totalmente el acto de inauguración, que contó con la asistencia del Consejero de Educación y Cultura, acto llevado a cabo en un rincón ignoto y el menos indicado del casco urbano para tan merecida y justa distinción, denominándose avenida en una desafortunada información periodística, cuando se trata de una mera callejuela tirando a carreteruca casi oculta, prácticamente intransitada, sin apenas viviendas, con una de las placas de su denominación instalada sobre la fachada de un garaje; y sin asistencia alguna significativa del pueblo a pesar del llamamiento hecho por la alcaldesa en tal sentido, que por algo será y en ningún momento por desaprobación a la memoria del homenajeado; además de poquísimos familiares del mismo…, así se llevó a cabo un acto de especial reconocimiento que debiera de haber tenido quizás el relieve más alto y especial de los llevados a cabo en Los Corrales de Buelna.
Para mayor demostración de la incapacidad intelectual de los munícipes, no se les ocurrió otra cosa que acercarlos al Teatro Municipal para que presenciaran una exposición relativa al homenaje llevado a cabo, dándoles con ello la oportunidad de presenciar la deplorable y fantasmal obra de reconversión de las antiguas escuelas de la Plaza de la Constitución en nuevo ayuntamiento, cuyo punto del centro neurálgico del casco urbano presenta un aspecto casi idéntico al sutnami acaecido en Japón hace pocos años.
Mal…, rematadísimamente mal va absolutamente todo en Los Corrales de Buelna desde el año dos mil y ello no se le oculta a ningún vecino del municipio.
