Titular EL PALACIO, CON LA VERBENA DE LA PALOMA, RINDE HOMENAJE AL TEATRO APOLO
Título: “LA VERBENA DE LA PALOMA”Prologo: “APOLO, ADIÓS”
Género: Lírico. Zarzuela
Autor musical: Tomás Bretón
Autor libreto: Ricardo de la Vega
Dirección de escena: Nuria Castejón
Dirección musical: Lucía Martín
Orquesta: Sinfónica del Cantábrico
Coro: Lírico de CantabriaIntérpretes: Borja Quizá, Carmen Romeu, Milagros Martin, Antonio Comas, Ana San Martín, Manuel de Diego, Gorutze Beítia, Sara Salgado y Rafa Castejón. Con la voz en off de, Jesús Castejón.
Crítica: Volver a una representación de “La Verbena de la Paloma” de Tomás Bretón, como este fin de semana en el Palacio de Festivales, es reencontrarnos para los más veteranos, instalados en el recuerdo de la Plaza Porticada, antecedente de este, permítanme, gran coliseo de San Martín.
Un espectáculo entrañable, de un cuidado montaje, con la firma del Teatro de la Zarzuela de Madrid, con los medios de una institución cultural publica, del mejor género chico, con la representación de un baluarte de este ejemplo lírico, nunca mejor dicho tan nuestro, “La Verbena de La Paloma”. Una pieza, creemos de encargo, con su dinerito por medio a, Tomás Bretón, un enamorado de la ópera; cuyos otros títulos lo demuestran. Con un buen elenco, lógicamente con altibajos en la representación.Lo interesante, es también el juego escénico que representa, la puesta en el escenario del prologo, “Adiós Apolo” original de Álvaro Tato. Uno de los guionistas y humoristas mejores de este país.
En cuanto a la puesta en escena, a modo de ensayo de una supuesta realización del último espectáculo de zarzuela del mítico teatro madrileño, que fue destruidos para instalar una agencia del Banco de Vizcaya.
Un homenaje, con compromiso critico, con fuertes dosis de humor, adaptado a la época del género chico, las revistas, que allí tenían su sede. Gracia, cuplés, famosos con su picante. La única crítica adversa es que nos pareció corto.Los Interpretes, algunos cantando con un registro bajo, que a los de la últimas filas, le fue, en ocasiones difícil entender texto. Sin embargo lo hicieron todos con mucho gusto y buen nivel. Tenemos que destacar a la veterana, Milagros Martín, gran intérprete de lo lírico en el FIS de la Plaza Porticada, bajo la dirección de José Tamayo, todavía conservando su excelente voz y buen estilo interpretativo. Por cierto que “Don Ilarión” por Antonio Comas, así como el barítono, en el papel de julian, el honrado cajista, dieron un enfoque nuevo a unos personajes siempre imitándose.
El Coro Lirico de Cantabria, dependiente del Palacio, cada sesión se supera, no solo interpretando, los cantares asignados. Es que además actúan como auténticos actores. No nos extraña que sean reclamados de muchos teatros de España y eso que todos son aficionados., como el Orfeón Donostiarra.Y finalizamos haciéndonos eco de la agradabilísima sorpresas de la Orquesta Sinfónica del Cantábrico, perfectamente dirigida, con presteza y sensibilidad, por la directora giennense, Lucia Martín.